¿Y la Salud Mental? ¿Mejor Persona – Mejor Jugador/a?

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Deportistas que se retiran tempranamente.

Atletas que acusan presión y falta de disfrute.

Estrellas que confiesan haber tenido desbordes de ansiedad que atentaron contra sus posibilidades de rendir a pleno.

Talentos que se pierden en el camino de las presiones, por no estar preparados para afrontar un mundo deportivo que ha cambiado demasiado, y que parece superar a muchos de los que, curiosamente, tienen la responsabilidad de tomar decisiones de fondo.

Se habla de la importancia de cuidar la Salud Mental del deportista, del profesional, pero a la hora de armar cuerpos técnicos se ajusta por el cuerpo médico, y en muchos casos, especialmente en la parte psicológica.

Todavía, aunque parezca mentira, se sigue viendo al atleta de alto rendimiento como un súper héroe o una máquina infalible, capaz de enfrentar cualquier desafío, ignorando que se trata de una persona como vos o como yo, y que, por imperio de no poder manejar sus emociones o el estrés, estará a tiro de sufrir vaivenes, desbordes, rendimiento fluctuante, lesiones, y más…

Una de las preguntas del millón para aquellos que toman decisiones es: ¿con qué parámetros científicos o hasta empíricos se arman los equipos de trabajo que acompañan a los Equipos Deportivos?

¿Cuánto realmente te importa y sabés del jugador/a que estás contratando? Y no nos referimos al rendimiento deportivo, porque eso lo ve cualquiera en los números, sino de la persona que se va a poner el uniforme deportivo de tu Club.

Analizar solo números o rendimiento es ver solo una pequeña parte del todo. No se trata solo de esperar que el jugador/a tome conciencia y busque su soporte por fuera, sino de que la institución, cómo tal, ponga esa pata en funcionamiento, independientemente del pensamiento o conocimiento del entrenador de turno, que muchas veces, por falta de conocimiento o seguridad, desalienta el armado de una estructura seria y sólida en este apartado.

Nosotros, desde el equipo de “El Psicólogo del Club”, sostenemos a rajatabla el “Mejor Persona – Mejor Jugador”, y parte de nuestro rol dentro de las instituciones, además de contener o ayudar a potenciar rendimientos deportivos, es capacitar y educar para abrir cabezas rompiendo viejos mandatos o postulados que, en esta era, no son otra cosa que piedras en el camino hacia el alto rendimiento.

¿Cuándo nos vamos a quitar la careta a la hora de hablar de Salud Mental en el deporte, dándole a la psicología el lugar que realmente debería ocupar?


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