Tokio, Salud Mental y Preparación

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Los Juegos Olímpicos Tokio 2020 serán recordados, entre otras cosas, como aquellos en los que los atletas sacaron a la luz el tema de la Salud Mental.

Una competencia marcada por la pandemia, con deportistas que llegaron en diferentes puntos de preparación producto de las situaciones de cada País.  Pasamos de la confesión y posterior resurrección de Simon Biles, a las declaraciones de Novak Djokovic, quien enfatizó que “si querés estar en los niveles más altos, tenés que estar preparado”, y luego terminó golpeando su raqueta y siendo eliminado tempranamente, ganándose un sinfín de manifestaciones en contra en las redes de parte de los opinadores u odiadores de turno.

Nole solo dijo algo que piensa y siente: “hay que prepararse”, algo que él mismo hizo con su celiaquía o con los desbordes, potenciando su foco en los momentos críticos. Pero es humano, y a veces no hay preparación que alcance, ni para él ni para nadie.

En Tokio nos encontramos también con Equipos que alcanzaron sus objetivos y terminaron felices, y con muchos que se fueron tempranamente y se quedaron con las manos vacías y un sinsabor en la boca, producto de fallas a la hora de manejar la presión, problemas en la cohesión grupal o los egos, o simplemente falta de preparación para una competencia de este nivel y estas particularidades.

Para rendir a pleno hay que prepararse… En todos los sentidos, sin dejar la cabeza de lado o en manos no expertas. Prepararse. Con “Los Tres Partidos” o cualquier método similar, pero prepararse, a conciencia, y en lo posible, coucheado por un Psicólogo Deportivo que pueda ayudarte a pensar y entrenarte en herramientas para afrontar momentos claves, tales como la ansiedad precompetitiva, el miedo escénico, la confianza en tus fortalezas, la capacidad para volver de un error, la descarga de emociones post partido, y la capacidad de análisis para generar factores de crecimiento después de cualquier resultado.

Preparar la Cabeza para que seas vos quien tome sus propias decisiones, dentro y fuera de la cancha. Porque si hay dudas afuera, seguramente, sin quererlo, las llevarás adentro del campo en el momento en que debas decidir para ganar.

Prepararse para rendir al máximo. Porque como decía Luis Scola en el prólogo de “El Psicologo del Club”: un jugador es la mezcla de tres cosas: físico, talento y cabeza. De acuerdo a cuanto de cada uno de los elementos tenga es el tipo de jugador que nos encontramos. El jugador perfecto formaría una especie de “símbolo de la paz” con el balance perfecto de las tres cosas. Claro que solo hay unos pocos en toda la historia. Michael Jordan, Lionel Messi o Roger Federer podrían ser algunos ejemplos, el resto de nosotros variamos de acuerdo a nuestras características”. Siempre crack Luifa, tan humilde como claro y realista. Físico, talento y… Cabeza.

¿Qué estás esperando para empezar a prepararla?


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