Seguramente, alguna vez te habrás encontrado en medio de una racha negativa. Ese momento difícil, en el que los errores y las derrotas se encadenan y que, conforme pasan los partidos, parece ir convirtiéndose en un círculo vicioso del que no podés salir. Hacés las cosas lo mejor que podés, a veces hasta sin errores, pero el cono de sombras te envuelve y tarde o temprano llega el error que provoca el efecto dominó que te lleva a caer y… Perder.
Ese loop, que termina con la pérdida de la confianza, es algo así como un virus que ataca a los Deportistas – Equipos que están con las «defensas bajas». Cómo la gripe…
Todo comienza con la pérdida de la confianza al momento de tomar una decisión o de ejecutar. Pero de a poco va alterando todo. A alguno le cuesta preparar bien el partido, otro se prepara bien pero el globo de la confianza se le pincha ante el primer error, otro se acelera porque quiere que la película termine antes de tiempo porque la está pasando mal, y otro baja los brazos y se entrega, impotente ante la realidad que lo golpea sin piedad. Es duro, a veces implacable, y suele terminar fagocitándose jugadores y equipos en unos cuantos partidos.
La sensación es fea. Uno siente que no puede luchar con eso que le pasa. “No entiendo” es la frase que más se escucha en los “infectados”.
Pero la buena noticia es que el temido Virus Perdedor tiene cura y vacuna. Y con algunos procedimientos sencillos podemos empezar a ayudarnos a combatirlo:
1) Arrancamos buscando hacer un Análisis Frío. Analizar desde las emociones, y desde las negativas más todavía, es nocivo, porque altera la capacidad de llegar a conclusiones certeras. Tratá de despejarte, sacarte las sensaciones post partido o entrenamiento, y tratá de analizar o mirar el cuadro de situación desde otra perspectiva.
2) Evitar los pensamientos rumiantes negativos. Es importante identificarlos, para que, cuando aparezcan, estar preparados para cambiar de tema o buscar alguien que te saque de ahí.
3) Trabajar para Reinstalar la Confianza. La Psicología Deportiva ofrece diferentes herramientas y ejercicios tan útiles como efectivos para este apartado. El secreto es usar la herramienta correcta con constancia, sin pretender cambios mágicos.
4) Trata de detectar el momento en que solés tildarte. Aprender a conocer y detectar este tipo de patrones es de gran utilidad para generar herramientas para superarlos.
5) Poner la Cabeza a pensar solo en lo inmediato. El Virus Perdedor copa la parada cuando pensamos más allá, porque dispara la ansiedad, desenfoca y nos pone fácilmente en zona de error.
Algunos de estos tips o herramientas pueden sonar difíciles. Para ayudarte en el proceso, están los Psicólogos Deportivos. La cura para el Virus Perdedor existe y está al alcance de tu mano. Solo tenés que tomarla…